La chica del Gorro Azul

Paris I

Ya por fin bajé algunas fotos, así que empezaré con la narración de mi viaje.

El sábado que salía de viaje, decidí organizar una comida con mis amigos para festejar mi cumpleaños, ya que el mero día iba a estar en Paris. Llamé a mis amigos más cercanos y nos fuimos a comer al Italianni’s. Todo estuvo genial, no faltó nadie y fui muy feliz de festejar con quien quería estar.

Como no había pastel, le pusieron la velita al helado jaja.

Después de la comida fuimos (mi hermana, Taz y yo) rápidamente a mi casa a que yo hiciera mi maleta jeje y de ahí partimos al aeropuerto. La espera para documentar maletas fue nula ya que previamente habíamos hecho el check in por Internet y les dijimos bye a los que si estaban formados jiji, ¡nos ahorramos fácil una hora!

Después me despedí con muchos besitos de Taz. Y mi hermana y yo partimos directito al Duty Free para ver que compraba… ¡ahí empezó la gastadera! Compré un perfume para mi que me gustó, fue como mi regalo de cumpleaños de mi para mi jajaja. También compré unas cosas que me encargó mi prima y el resto del tiempo estuvimos papaloteando y picándonos los ojos mutuamente.

Después de una larga espera, por fin abordamos el avión. Afortunadamente estábamos mi hermana y yo solitas en 2 asientos pegados a la ventana. Yo ya estaba bastante cansada porque me había levantado temprano para ir a la escuela y no había parado en todo el día. Así que en cuanto me dieron el antifaz y los tapones para los oídos, me acomodé y ni me di cuenta a que hora trajeron la cena. Unas muchas horas después desperté y todo el avión silencioso. Me dispuse a ver una peli que resultó ser un estreno que Taz se había negado rotundamente a ver conmigo: “El diablo viste a la moda” y me pareció una peli muy entretenida y buena. Después de ver la peli, me puse a leer un libro de Isabel Allende que me compré precisamente para el viaje. Pero no llevaba una hoja cuando ya estaban sirviendo el desayuno (o comida en horario Parisino), así que comimos con singular alegría (ya teníamos hambre) y a la media hora ya estábamos aterrizando.

Salimos del avión y seguimos a todos (para variar) jaja. Y nos fuimos por unas escaleras equivocadas, pero las pocas palabras que se sabe mi hermana en francés (¿sabes hablar español?) nos ayudaron para llegar a nuestro camino. Ya con nuestra maleta salimos de la sala y ahí afuera encontramos a mis papás esperándonos. Dado que también iba mi abuelita con nosotros, no podíamos aventurarnos y tomar el metro con tantas maletas que traíamos. Así que salimos y tomamos un taxi que para nuestra fortuna era para 8 pasajeros y cupimos perfectamente. Lo malo fue al llegar al hotel, porque no solo nos cobró lo que marcó el taxímetro, sino que le añadió el número de personas y el número de maletas... fueron como €70 Así que si van a París y pueden tomar el metro del aeropuerto a su Hotel: ¡¡háganlo!!

Hicimos el check in, dejamos las maletas y partimos a “dar una vuelta a la manzana”. Solo recorrimos como 5 calles porque ya era tarde y todo estaba cerrado. Cenamos en un restaurante cercano y nos regresamos al hotel para descansar.

Al día siguiente nos levantamos temprano y fuimos a comprar un pase para un ‘turibus’ que hace recorridos por todo Paris. Nos trepamos y nos llevó a ver las hermosas calles de Paris. La ventaja de ese tour es que te bajas en donde quieras y pasa un camión cada 20 min en cada parada. Visitas todo Paris y también te dan unos audífonos para que escuches explicaciones en tu idoma.

Nos bajamos en Montmartre, caminamos hacia la Iglesia del Sagrado Corazón. Subimos muchas escaleras y por fin llegamos. La recorrimos y al salir nos agarró una lluvia fortísima. Después de un rato bajamos por el Funicular.

Aquí otra toma de la Iglesia.

Agarramos nuevamente nuestro camioncito y nos fuimos a seguir viendo todo desde arriba (por el camión jeje). Nos bajamos cerca de la Ópera y fuimos a el museo del Perfume… es un lugar pequeño pero muy interesante. En la parte de abajo hay diferentes perfumes elaborados ahí y pues claro que me compré el mío.

Después de eso, tomamos de nuevo el turibus y nos fuimos a la Catedral de Notre Dame (y no, no encontré ningún jorobado jeje).

Y la siguiente foto es de una maqueta que está dentro de la Catedral. Ahí se ven las dimensiones de Notre Dame. No le pude sacar muchas fotos ahí porque seguía lloviendo y puess la lluvia no se lleva bien con las cámaras.

Y por hoy es todo, porque ya se alargó el post y ya me cansé jeje, en la semana ¡más de Paris!

publicadas por Lizette S @ 6:02 p.m.