La chica del Gorro Azul

Hoy me cuesta mucho trabajo escribir y ponerle palabras a lo que siento. Como dice la canción

Este fin de semana fue simplemente mágico. El viernes estuvimos con mis amigos de la oficina en una cantina y me la pasé muy bien, bailando, tomando y riendonos mucho.

El sábado llevé a Charly al parque de Loreto y Peñapobre, ubicado al lado de Plaza Inbursa (antes Cuicuilco). Y almorzamos muy rico, luego nos fuimos a recorrer el parque, nos quedamos un rato en una banquita abrazándonos y besándonos... es curioso como a cualquier lado que vamos todo mundo se nos queda viendo jaja, creo que no todos los días se ve tanto amor en el ambiente.

Después nos fuimos a dar una vuelta a Cuicuilco... bueno, plaza Inbursa. Mientras empezaba la película que queríamos ver nos fuimos a jugar golfito y le iba a dar una paliza a Charly jejeje, pero la lluvia se hizo presente y tuvimos que suspender el juego. Nos fuimos al cine y esperamos un rato en lo que empezaba nuestra peli. Fuimos a ver la de "El Violín", película mexicana que ha ganado muchos premios y la actuación de Plutarco, el personaje principal, es simplemente excelente. La verdad la recomiendo muchísimo, ahorita solo está en unas cuantas salas, así que hay que aprovechar antes de que la quiten.

En la noche nos quedamos en mi casa un ratito, abrazados, platicando mucho y uniendo más aún nuestros corazones. Entre más platicamos, entre más cosas conozco de él, entre más compartimos, me doy cuenta que somos un excelente complemento.

El domingo también fue un mágico día. Fuimos a la exposición de Diálogo en la Oscuridad en el Papalote Museo del Niño. Es una exposición EXCELENTE, de verdad se las recomiendo muchísimo. ¡¡Vayan vayan vayan!! se termina en Agosto. Solo puedo decir que quedé fascinada, fue una excelente experiencia. Algo que fue mágico fue el estar en un lugar totalmente obscuro, poniendo al máximo los 4 sentidos que sí podía utilizar; y ahi, en medio de la obscuridad, encontrar sus labios y besarlo como si lo estuviera viendo.

Saliendo de la exposición nos fuimos a recorrer el Papalote. Me divertí como hace mucho no lo hacía; tocamos, jugamos y aprendimos mucho. Corrimos, brincamos, aventamos pelotas, hicimos burbujas, me subí a una cama de clavos, descubrí que soy un monómero y que soy inmensamente feliz siendo un polímero, tuve mi primera boligoma, electricé mi cabello, hice una mariposa de papel reciclado que convertí en mi primer carta de amor.... todo simplemente MARAVILLOSO



Saliendo del Papalote vi todo el panorama desde otra altura, caminamos tomados de la mano y platicando de mil y un cosas. Luego nos fuimos a Coyoacán, comimos papas, churros de chocolate, cacahuates, cafecito rico. Y me he dado cuenta que me encanta solo caminar y platicar y platicar y vernos a los ojos y aislarnos del mundo entero.

Así como el fin pasado, éste también fue mágico... y me encanta vivirlo al máximo.