Tremblant
Aquí sigo con la narración de mi viaje a Canadá.
El lunes 9 mayo, mis primos se iban a trabajar, así que no nos podían llevar a pasear por los alrededores. Por lo que nosotras nos fuimos solitas a nuestro siguiente destino turístico: Montebello y Mont Tremblant
Salimos temprano y tomamos nuestra camionetita, nos esperaba un largo camino. Primero nos lanzamos a un hotel muy bonito llamado Le Chateau Montebello. La característica de este hotel es que está construido en su totalidad con troncos, creo que es la construcción más grande hecha de madera.
Salimos temprano y tomamos nuestra camionetita, nos esperaba un largo camino. Primero nos lanzamos a un hotel muy bonito llamado Le Chateau Montebello. La característica de este hotel es que está construido en su totalidad con troncos, creo que es la construcción más grande hecha de madera.
Está precioso el lugar, está en medio del bosque, rodeado por todos lados de árboles y jardines verdes; en la parte de atrás hay un pequeño lago que embellece la vista aún más.
El lobby del hotel, parece una cabaña muy acogedora. Tiene sillones cómodos alrededor de una chimenea, el ambiente muy agradable y tranquilo… como para estar de luna de miel ahí ahhh *suspiro*
Decidimos desayunar ahí puesto que nos estábamos muriendo de hambre y todavía faltaba un buen recorrido. Como ya era cerca de medio día ya no sirven desayunos, sino lunch… yo comí una rica sopa de cebolla y no me acuerdo que mas, mi mamá y mi hermana pidieron una baguette de salmón… mmm todo estuvo delicioso!!
Saliendo de ahí fuimos al Parc Omega, un zoológico estilo Africam Safari, donde vas en tu coche y los animales están sueltos. Tienes que llevar una buena dotación de zanahorias, ya que puedes alimentar a los animales desde la ventana de tu coche. Ahí nos divertimos muchísimo alimentando a venados, alces, bisontes, jabalíes, ahhh también vimos lobos y osos negros… preciosos y juguetones.
Claro que teníamos que tener cuidado, porque los animales ya saben que les vas a dar de comer y se te abalanzan al coche y meten sus hocicos a la ventana… teníamos que tener cuidado si no queríamos que nos pasara esto jajaja.
Saliendo del Parc Omega, nos fuimos ahora si a la villa de Tremblant. Es un pueblito chiquititito como de 5 calles. La principal atracción son las pistas para esquiar, aunque claro que en esta época del año están cerradas. En verano hay pesca, festivales de música, ciclismo y hasta golf. Las casas y las tiendas son preciosas, muy coloridas y llenas de vida.
Aquí me saqué una foto en una silla gigante.
Como podrán observar, el pueblito está vacío... casi parece pueblo fantasma jeje. Y desafortunadamente casi todo estaba cerrado, ya que suelen cerrar a las 5pm y faltaban 10 minutos para esa hora, aparte que en esa época del año, casi nadie visita Tremblant; de hecho las actividades de verano empiezan a finales de mayo. Por lo que solo dimos un recorrido a pie por el pueblito y emprendimos el regreso a la casa de mis primos en Gatineau. Cuando llegamos, les platicamos de cómo nos fue mientras cenábamos un rico fondue mmm.
Ya solo me falta narrar los días que estuvimos en Québec, aunque creo que no me va a caber todo en un solo post…. voy a tener que hacer dos jeje. Espero no les importe que me alargue tanto.
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