Diablo Guardián
Diablo Guardián
Xavier Velasco
Punto de Lectura
Premio Alfaguara de Novela 2003
Esta novela me la regaló mi amigo Enrique y la verdad es que fue un excelente regalo, simplemente ¡me encantó! y me está atrapando muchísimo... y como alguna vez me pidieron que les recomendara libros, pues hoy vengo a recomendarles Diablo Guardián. Pero decidí que en vez de decirles un poco de que se trata, mejor les pongo unos pequeños fragmentos que son de mis favoritos.
"Ser puta es como bailar: cuestión de agarrar el ritmo. Las monjas de la escuela nos decían: Los malos pensamientos galopan cabalgados por demonios. Pero ser puta no es un mal pensamiento. Es más: no es ni siquiera un pensamiento....
... Mis tíos, cuando hablaban de putas, decían: Las tramposas. Entonces yo de niña siempre que hacía trampas pensaba: ¡Dios mío, qué puta soy!, y me iba a confesar. Claro que al padre no le decía: Me acuso de ser puta, porque además puta era una grosería. Pero sí me acusaba de ser tramposa. Y lloraba muchísimo, porque me imaginaba al sacerdote pensando: Tan chiquita y tan putita."
jajaja nada más de volverlo a leer me muero de la risa y solo quiero leer más. Espero que les pase a ustedes lo mismo. Esta es mi recomendación de hoy... luego les recomiendo otros libros que he leído últimamente.
Que tengan un bonito fin... yo pasaré uno maravilloso!!!
Xavier Velasco
Punto de Lectura
Premio Alfaguara de Novela 2003
Esta novela me la regaló mi amigo Enrique y la verdad es que fue un excelente regalo, simplemente ¡me encantó! y me está atrapando muchísimo... y como alguna vez me pidieron que les recomendara libros, pues hoy vengo a recomendarles Diablo Guardián. Pero decidí que en vez de decirles un poco de que se trata, mejor les pongo unos pequeños fragmentos que son de mis favoritos.
"Ser puta es como bailar: cuestión de agarrar el ritmo. Las monjas de la escuela nos decían: Los malos pensamientos galopan cabalgados por demonios. Pero ser puta no es un mal pensamiento. Es más: no es ni siquiera un pensamiento....
... Mis tíos, cuando hablaban de putas, decían: Las tramposas. Entonces yo de niña siempre que hacía trampas pensaba: ¡Dios mío, qué puta soy!, y me iba a confesar. Claro que al padre no le decía: Me acuso de ser puta, porque además puta era una grosería. Pero sí me acusaba de ser tramposa. Y lloraba muchísimo, porque me imaginaba al sacerdote pensando: Tan chiquita y tan putita."
jajaja nada más de volverlo a leer me muero de la risa y solo quiero leer más. Espero que les pase a ustedes lo mismo. Esta es mi recomendación de hoy... luego les recomiendo otros libros que he leído últimamente.
Que tengan un bonito fin... yo pasaré uno maravilloso!!!